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martes, 2 de abril de 2013

Recomendación cultural

Sueños que se cumplen...




Es el primer largometraje del joven director español Alejandro Amenábar, protagonizado por los actores Ana Torrent, Fele Martínez y Eduardo Noriega.


Esta magnífica película consiguió un notable éxito de crítica y público, marcando el inicio de la prolífica carrera de uno de los más exitosos directores del cine español.

Un éxito que, en 1997, le valió para lograr varios premios, entre ellos el Premio Goya a la Mejor película, al Mejor guion original y Mejor director novel.

A grandes rasgos, se puede decir que Tesis presenta una historia sobre la violencia televisiva, la pornografía y el cine snuff o -dicho de otra manera- sobre la máxima manifestación del terror en imágenes. 

Fue precisamente ese difícil planteamiento original en imágenes -de una película que intentaba llamar la atención sobre la progresiva desmitificación de viejos tabúes sociales como el sexo, la muerte o el dolor, difundidos de una forma masiva utilizando los diversos medios de comunicación-, el que derivó en la opción final -más que acertada- consistente en no mostrar explícitamente nada de nada. 

Es decir, como espectadores vamos a ver a los personajes consumiendo "imágenes" de un modo casi enfermizo, pero nunca veremos claramente esas "imágenes". De este modo, el magnetismo y la fuerza de la película se encuentran principalmente en los diálogos y la música, sus dos pilares fundamentales. 

Sin duda, una pequeña "tortura" teledirigida hacia el espectador deseoso de ver, la cual es compensada gracias a una trama enfocada hacia la reflexión y el entretenimiento. 

En este sentido, cabe destacar cómo en su argumento se plantea -sorteando el tono didáctico- una importante reflexión sobre diferentes aspectos acerca del futuro del mercado audiovisual como: la presión mundial ejercida por el cine norteamericano, el mayor ejemplo de cine “industrial”, sometido a los intereses económicos; la difusión creciente del cine snuff (en el que las personas son asesinadas realmente delante de la cámara) a través de circuitos de vídeo; la legitimación de la violencia en los informativos televisivos; el dominio absoluto de la imagen en detrimento de la literatura; la individualización del espectador a través de la televisión, el Dvd o Internet, su insensibilización ante la imagen violenta y cruel y su pérdida de contacto con el mundo real, entre otros muchos.

En definitiva, Tesis es una película altamente recomendable por dos razones muy breves: por ser una de las primeras en abordar directamente en España el tema del género snuff,  y por su magnético estilo melancólico y vibrante en una trama con una propuesta -hasta ese momento- inusual en el cine español.


BREVE SINOPSIS

Ángela (Ana Torrent) prepara una tesis doctoral sobre la violencia audiovisual. Todo transcurre con aparente normalidad hasta que su director de tesis halla accidentalmente una película, y al día siguiente aparece muerto.

Ella, junto a Chema (Fele Martínez), un compañero de la misma Facultad, deciden llevarse la cinta y al verla descubren que se trata de una película del llamado género snuff, en la que se muestra cómo una chica es torturada y asesinada. A partir de ese momento, todo un mundo audiovisual diferente y peligroso se abre ante ellos. 

Una trepidante investigación que comienza en busca de respuestas movida por el deseo de ver y saber, envuelta en un trémulo suspense que se sirve en bandeja de plata: Ángela puede ser la protagonista de la próxima snuff-movie.


ALGUNAS CURIOSIDADES

Especialmente dirigida hacia los que hemos estudiado allí, esta película está rodada -en parte- en la Facultad de Ciencias de la Información de la Universidad Complutense de Madrid, en la que también estudió Alejandro Amenábar. Cada vez que la veo, no puedo evitar emocionarme recordando cada recoveco de ese edificio tan especial. Se rodó durante el mes de agosto de 1995 -cuando sus instalaciones quedaban vacías-, y yo todavía en el colegio ni de lejos podría haberme imaginado que cinco años después recorrería cada uno de sus siniestros pasillos. Cinco años irrepetibles, sin duda. 

Para los plumillas, comunicólogos audiovisuales y publicistas, Castro fue un profesor de la Facultad de Ciencias de la Información, que  suspendió al cineasta varias veces en la asignatura de Narrativa Audiovisual, y cuyo apellido fue utilizado para uno de los personajes de la película.

Asimismo, Bosco también es el nombre del personaje que interpretaba Amenábar en su cortometraje Himenóptero.

En la escena de los túneles a oscuras, se llega a ver en un plano a una rana y una telaraña juntos; esto es un homenaje que quiso hacer el director a una escena similar de la película La noche del cazador, de Charles Laughton.

Por último, en otra de las escenas se puede ver a Chema con unas playeras de la controvertida película. Holocausto Caníbal.


LA ÓPERA PRIMA DE ALEJANDRO AMENÁBAR



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