Supertupper

Cine, literatura, teatro, música, comics, televisión... Pequeñas anécdotas y retazos de vida... Cualquier cosa-cualquiera- puede ser guardada en este pequeño gran supertupper.

¿A QUÉ ESPERAS PARA ABRIRLO?

jueves, 28 de febrero de 2013

El perfil

¿Juegas?




Allá van las 5 pistas: 
  1. Viene de Tacatón 
  2. Siempre va acompañado de su simpática y babilónica pareja, en sus innumerables y singulares aventuras 
  3. No deja de buscar combustible 
  4. P-Goto y Anube se apuntan en su segunda etapa
  5. Tiene un más que sorprendente parecido estético con Buzz Lightyear.


¿De quién estamos hablando?




*Respuesta al perfil de la semana pasada:
 Jessica Fletcher (Angela Lansbury) en
 la serie de televisión  "Murder, she wrote".

miércoles, 27 de febrero de 2013

Curiosidades

Esas pequeñas "cosas"...



Llegar al trabajo y encontrarte con esta enorme caja... ¿Qué diríais que hay dentro de ella? No sé si podré contener mi curiosidad, pues ¡faltan seis días todavía para que se desvele el secreto! 
:-D :-D :-D



martes, 26 de febrero de 2013

Recomendación cultural

"Cleopatra", de Mario Benedetti



“Quiero quedarme en medio de los libros / vibrar con Roque Dalton con Vallejo y Quiroga / ser una de sus páginas / la más inolvidable / y desde allí juzgar al pobre mundo / no pretendo que nadie me encuaderne / quiero pensar en rústica / con las pupilas verdes de la memoria franca / en el breviario de la noche en vilo mi abecedario de los sentimientos / sabe posarse en mis queridos nombres / me siento cómodo entre tantas hojas / con adverbios que son revelaciones / sílabas que me piden un socorro / adjetivos que parecen juguetes / quiero quedarme en medio de los libros / en ellos he aprendido a dar mis pasos / a convivir con mañas y soplidos vitales / a comprender lo que crearon otros / y a ser por fin / este poco que soy”.

Mario Benedetti, Libros, 2008.


CLEOPATRA 

El hecho de ser la única mujer entre seis hermanos me había mantenido siempre en un casillero especial de la familia. Mis hermanos me tenían (todavía me tienen) afecto, pero se ponían bastante pesados cuando me hacían bromas sobre la insularidad de mi condición femenina. Entre ellos se intercambiaban chistes, de los que por lo común yo era destinataria, pero pronto se arrepentían, especialmente cuando yo me echaba a llorar, impotente, y me acariciaban o me besaban o me decían: Pero, Mercedes, ¿nunca aprenderás a no tomarnos en serio?

Mis hermanos tenían muchos amigos, entre ellos Dionisio y Juanjo, que eran simpáticos y me trataban con cariño, como si yo fuese una hermana menor. Pero también estaba Renato, que me molestaba todo lo que podía, pero sin llegar nunca al arrepentimiento final de mis hermanos. Yo lo odiaba, sin ningún descuento, y tenía conciencia de que mi odio era correspondido.

Cuando me convertí en una muchacha, mis padres me dejaban ir a fiestas y bailes, pero siempre y cuando me acompañaran mis hermanos. Ellos cumplían su misión cancerbera con liberalidad, ya que, una vez introducidos ellos y yo en el jolgorio, cada uno disfrutaba por su cuenta y sólo nos volvíamos a ver cuando venían a buscarme para la vuelta a casa.

Sus amigos a veces venían con nosotros, y también las muchachas con las que estaban más o menos enredados. Yo también tenía mis amigos, pero en el fondo habría preferido que Dionisio, y sobre todo Juanjo, que me parecía guapísimo, me sacaran a bailar y hasta me hicieran alguna “proposición deshonesta”. Sin embargo, para ellos yo seguía siendo la chiquilina de siempre, y eso a pesar de mis pechitos en alza y de mi cintura, que tal vez no era de avispa, pero sí de abeja reina. Renato concurría poco a esas reuniones, y, cuando lo hacía, ni nos mirábamos. La animadversión seguía siendo mutua.

En el carnaval de 1958 nos disfrazamos todos con esmero, gracias a la espontánea colaboración de mamá y sobre todo de la tía Ramona, que era modista. Así mis hermanos fueron, por orden de edades: un mosquetero, un pirata, un cura párroco, un marciano y un esgrimista. Yo era Cleopatra, y por si alguien no se daba cuenta, a primera vista, de a quién representaba, llevaba una serpiente de plástico que me rodeaba el cuello. Ya sé que la historia habla de un áspid, pero a falta de áspid, la serpiente de plástico era un buen sucedáneo. Mamá estaba un poco escandalizada porque se me veía el ombligo, pero uno de mis hermanos la tranquilizó: “No te preocupes, vieja, nadie se va a sentir tentado por ese ombliguito de recién nacido.”

A esa altura yo ya no lloraba con sus bromas, así que le di al descarado un puñetazo en pleno estómago, que le dejó sin habla por un buen rato. Rememorando viejos diálogos, le dije: “Disculpa, hermanito, pero no es para tanto”, ¿cuándo aprenderás a no tomar en serio mis golpes de karate?

Nos pusimos caretas o antifaces. Yo llevaba un antifaz dorado para no desentonar con la pechera áurea de Cleopatra. Cuando ingresamos en el baile (era un club de Malvín) hubo murmullos de asombro, y hasta aplausos. Parecíamos un desfile de modelos. Como siempre nos separamos y yo me divertí de lo lindo. Bailé con un arlequín, un domador, un paje, un payaso y un marqués. De pronto, cuando estaba en plena rumba con un chimpancé, un cacique piel roja, de buena estampa, me arrancó de los peludos brazos del primate y ya no me dejó en toda la noche. Bailamos tangos, más rumbas, boleros, milongas, y fuimos sacudidos por el recién estrenado seísmo del rock-and-roll. Mi pareja llevaba una careta muy pintarrajeada, como correspondía a su apelativo de Cara Rayada.

Aunque forzaba una voz de máscara que evidentemente no era la suya, desde el primer momento estuve segura de que se trataba de Juanjo (entre otros indicios, me llamaba por mi nombre) y mi corazón empezó a saltar al compás de ritmos tan variados. En ese club nunca contrataban orquestas, pero tenían un estupendo equipo sonoro que iba alternando los géneros, a fin de (así lo habían advertido) conformar a todos. Como era de esperar, cada nueva pieza era recibida con aplausos y abucheos, pero en la siguiente era todo lo contrario: abucheos y aplausos. Cuando le llegó el turno al bolero, el cacique me dijo: Esto es muy cursi, me tomó de la mano y me llevó al jardín, a esa altura ya colmado de parejas, cada una en su rincón de sombra.

Creo que ya era hora de que nos encontráramos así, Mercedes, la verdad es que te has convertido en una mujercita. Me besó sin pedir permiso y a mí me pareció la gloria. Le devolví el beso con hambre atrasada. Me enlazó por la cintura y yo rodeé su cuello con mis brazos de Cleopatra. Recuerdo que la serpiente me molestaba, así que la arranqué de un tirón y la dejé en un cantero, con la secreta esperanza de que asustara a alguien.

Nos besamos y nos besamos, y él murmuraba cosas lindas en mi oído. También me acariciaba de vez en cuando, y yo diría que con discreción, el ombligo de Cleopatra y tuve la impresión de que no le parecía el de un recién nacido. Ambos estábamos bastante excitados cuando escuché la voz de uno de mis hermanos: había llegado la hora del regreso. Mejor te hubieras disfrazado de Cenicienta, dijo Cara Rayada con un tonito de despecho, Cleopatra no regresaba a casa tan temprano. Lo dijo recuperando su verdadera voz y al mismo tiempo se quitó la careta.

Recuerdo ese momento como el más desgraciado de mi juventud. Tal vez ustedes lo hayan adivinado: no era Juanjo, sino Renato. Renato, que, despojado ya de su careta de fabuloso cacique, se había puesto la otra máscara, la de su rostro real, esa que yo siempre había odiado y seguí por mucho tiempo odiando. Todavía hoy, a treinta años de aquellos carnavales, siento que sobrevive en mí una casi imperceptible hebra de aquel odio. Todavía hoy, aunque Renato sea mi marido.


*Despistes y franquezas, 1990. 
Cuentos completos. Madrid, Alfaguara, 1994. Págs. 537-539.

lunes, 25 de febrero de 2013

Diario de una tuppernauta en tiempos de crisis

Queridos tuppernautas: 



Hace algún tiempo, mientras apuraba las últimas horas del día viendo relajadamente la televisión tumbada en mi sofá, por el rabillo del ojo que todavía luchaba por permanecer abierto, pude presenciar una secuencia entrañable.

En un halo de neblina espeso y surrealista producido por mi enorme cansancio y mis ganas de que se acabara ese día, dos siluetas se dejaban diferenciar. Reproduciéndose lentamente y no de una manera muy clara en mi mente -problemas de astigmáticos sin lentillas que neutralizasen mi defecto visual en ese momento- , ambas fueron llamando poderosamente mi atención casi dormida con una sucesión de largos planos, en un emotivo y logrado plano-contraplano.

En un abrir y cerrar de ojos, queridos tuppernautas, irrumpían sus imágenes atrapadas y espiadas desde el otro lado de la pantalla. De repente, la máquina del tiempo me trasladó al pasado, así como por arte de magia.

Un niño, una joven mujer y -entre ambos- un enorme puente de cincuenta años. ¡Cincuenta! Sí, toda una vida. Medio siglo de separación sin saber uno del otro. Al fin después de tanto tiempo, tirado en el suelo, debajo del sofá, se dejaría ver un ajado pañuelo mojado de recuerdos olvidados imposibles de secar.

Esa noche -como por arte de magia- pasado y presente se sentaron en el sofá y, abrazándose, exhalaban un profundo sentimiento de agradecimiento.

En el blanco y negro del flashback, intuía las luces y las sombras de sus vidas en aquellos años bárbaros. Poco a poco la analepsis que fue alterando la secuencia cronológica de su historia, me trasladó en un instante la acción presente al pasado. Mi imaginación, en aquel escenario, no pudo evitar recrear de nuevo esas miradas que no hablaron. Sus miradas guardando las palabras mágicas de la admiración y el agradecimiento.

Así fue, queridos tuppernautas. Como por arte de magia, gracias a su historia -un mensaje en una extraña botella lanzada a la orilla de mi sofá- empecé a recordar.

Pasado y presente volvieron de la mano. El niño -un alumno más- y el hombre mayor, con orgullo, se atrevieron a hablar. Al fin esas palabras mágicas de la admiración y el agradecimiento. La joven mujer -su maestra- y la adorable ancianita, con emoción, no podían reprimir las infinitas lágrimas de alegría y satisfacción.

Ese niño que luchaba en un llanto contenido y el hombre mayor con voz temblorosa, alto y claro acabaron por gritar: "Gracias. Millones de gracias por todo lo que hiciste por mí cuando tan solo tenía diez años. Gracias por estar ahí cuando nadie quería hacerlo. Gracias por tu comprensión, por tu cariño, por tus caricias cuando más las necesitaba, por tus abrazos, por tus enseñanzas. Gracias por cada palabra de apoyo, por ser la primera persona que creyó en mí. Gracias por tu educación y por darme las alas y el impulso necesario para aprender a volar en una vida llena de obstáculos. Gracias por tu ayuda. Gracias por ser mi ángel de la guarda y mi "Pepito Grillo" en aquellas ocasiones. Gracias por cada cuento, por cada fábula, por cada poema. Gracias por tu tiempo y tu ilusión, por tus ganas de vivir contagiosas. Gracias por aparecer en mi vida y regalarme tu presencia, tu esencia y tu recuerdo. Gracias por todo tu esfuerzo y trabajo".

Tras un breve silencio sobrecogedor, al cabo la joven mujer -su maestra- y la adorable ancianita, llorando les respondían: "Fue un auténtico placer conocerte y descubrirte. Me complace contemplar ahora al magnífico hombre en el que te has convertido. Me enorgullece saber que yo he tenido algo que ver. Lo haría mil veces, una y otra vez. Todos vosotros me dabais la ilusión. Y tú eras un chiquillo tan especial... Tu mirada ya me daba las gracias millones de veces cada día".


Y así fue, queridos tuppernautas. Como por arte de magia, gracias a su historia -un mensaje en una extraña botella lanzada a la orilla de mi sofá- empecé a recordarlo todo en un entrañable plano secuencia.


Me acordé entonces de todos aquellos maestros y maestras, profesores y profesoras, formadores, mentores, redactores jefe, entrenadores... que me han marcado a lo largo de mi vida hasta estos momentos, y de los que he tenido la gran fortuna de aprender tantísimo. De aquellos y aquellas que me dieron la mano en el colegio cuando me tropezaba. De aquellos y aquellas que empezaban a conocerme y que veían en mí cosas que yo ni siquiera podía imaginar. De aquellos y aquellas que me animaban cuando creía que no podía hacerlo. De aquellos y aquellas que fueron alimentando mi confianza y autoestima para alcanzar la meta en esa carrera a veces tan incomprendida. Y sobre todo, de aquellos y aquellas que estuvieron siempre ahí apoyándome en los malos momentos.

Fue esa noche -como por arte de magia- cuando mi pasado y mi presente se sentaron en el sofá y, abrazándose, exhalaban un profundo y eterno sentimiento de agradecimiento.

Por todo lo que me habéis dado, mil GRACIAS de todo corazón.



PD: "Un profesor trabaja para la eternidad: nadie puede predecir dónde acabará su influencia". Henry Brooks Adams.




viernes, 22 de febrero de 2013

Lugar para perderse

 Bután, viaje a la felicidad


De un tiempo a esta parte, cada vez son más las personas que -redirigiendo sus miradas- están prestando gran atención a un minúsculo enclave situado en el centro del Himalaya. Se trata del  Reino de Bután, al que muchos conocen ya como el “reino de la felicidad”. Sin duda, una luz viva de ideas y acciones que pueden iluminar en la oscuridad de la terrible crisis de las sociedades consumistas, en la nueva y necesaria era del posmaterialismo. 



Este pequeño país de 700.000 habitantes nacido entre los dos Estados más poblados de nuestro planeta -la India y China- se caracteriza por su sólida tradición budista, y destaca sorprendentemente por su increíble salto evolutivo. A pasado de un retraso en su modernización y un subdesarrollo cercano a la Edad Media, directamente al siglo XXI como si de una elipsis temporal se tratase. Sus propias circunstancias le han valido para mirar desde lejos a otros países, consiguiendo en unas pocas décadas aprender de los errores de aquellos que solamente se han esforzado por lograr el progreso económico. 

En este sentido, Borja Vilaseca en su libro El sinsentido común señala que “en la medida que aprendemos a ser felices por nosotros mismos, nuestro bienestar se asienta y se expande al ser cómplices de la felicidad de los demás”. Y continúa: “Inspirados por la filosofía del posmaterialismo, cada vez más seres humanos estamos buscando la manera de servir a otras personas, contribuyendo con nuestro granito de arena a mejorar la sociedad de la que todos formamos parte”. 

Yendo un poco más allá, y de acuerdo con la descripción que ha expuesto el economista Jeffrey Sachs tras su visita a Bután, “la economía agrícola y monástica del país fue autosuficiente, pobre y aislada hasta hace pocas décadas, cuando una serie de monarcas excepcionales empezaron a guiarlo hacia la modernización tecnológica (con caminos, electricidad, atención médica moderna y educación), el comercio internacional (principalmente con la vecina India) y la democracia política“. Para Sachs, lo verdaderamente increíble de su evolución ha sido y es la actitud reflexiva con la que el reino al completo aborda este proceso de cambio, y cómo el pensamiento budista ha conducido y conduce esa actitud. 

En palabras de Borja Vilaseca, “tanto es así que ya empieza a hablarse por todo el mundo de “la economía de la felicidad”, cuya principal premisa es que el Producto Interior Bruto (PIB) es un indicador limitante y obsoleto para medir y valorar el verdadero progreso y desarrollo de un país”. Sobre esto, y aunque todavía queda muchísimo camino por recorrer, expertos economistas -como  Richard Easterlin y Richard Layard- están estudiando de qué manera pueden crearse y utilizarse indicadores posmaterialistas. 


“Bután ha sido el primer Estado en cuestionar los indicadores 
económicos tradicionales, 
creando una alternativa basada en el indicador de la Felicidad Interior Bruta (FIB)” 


Ante este dilema, el Reino de Bután se adelantó, reflexionando y actuando sobre el quid de la cuestión. Es decir: ¿Cómo se puede combinar la modernización económica con la solidez cultural y el bienestar social?”.

De esta manera, el pequeño “David” asiático ha sido el primero en lanzar la piedra, cuestionando los indicadores económicos tradicionales, como el PIB. Y ha creado una alternativa tremendamente interesante basada en el indicador de la Felicidad Interior Bruta (FIB). Este desconcertante y revolucionario medidor se centra en diversos elementos como el acceso de los ciudadanos a la asistencia sanitaria y a la educación, la conservación de los recursos naturales del país o el tiempo que puede disfrutar una persona con su familia. En definitiva, planta cara al dogma y a los principios tradicionales del crecimiento. 

Más concretamente, y según explica Vilaseca, “el índice combina siete ámbitos de bienestar: físico, mental, ambiental, laboral, económico, político y social. Su promotor fue el monarca Jigme Singye Wangchuck, que desde el día de su coronación -en 1974- está apostando por un desarrollo socioeconómico sostenible y equitativo, la promoción de la cultura, la conservación del medio ambiente y el buen gobierno como pilares de la felicidad nacional”.

Otra visión es posible

"Somos un país pequeño y queremos hacer las cosas así. No queremos enseñar nada al mundo. Hacemos lo que creemos que es mejor para nosotros. Y si el mundo cree que hay algo que aprender, es más que bienvenido", afirma el ex ministro Lyonpo Thinley Gyamtso. Y es que resulta evidente que no es nada fácil implantar la experiencia y el modo de hacer de este reino al resto de países y economías capitalistas. Sin embargo, y en opinión de Borja Vilaseca, “el nuevo paradigma ha dejado de ser una opción para convertirse en una necesidad. Si bien como civilización hemos alcanzado la cima material, desde la perspectiva posmaterialista está todo por hacer”. 





jueves, 21 de febrero de 2013

El perfil

¿Juegas?




Y las 5 pistas son: 
  1. Es viuda, profesora y disfruta escribiendo novelas
  2. Reside en Cabot Cove
  3. Viaja mucho para dar conferencias y visitar a sus innumerables amigos
  4. Allí donde es invitada extrañamente siempre roban un valioso collar, desaparece una obra de arte o se comete algún asesinato
  5. Parecidísima a Miss Marple.


¿De quién estamos hablando?




*Respuesta al perfil de la semana pasada:
 Shun, el Caballero de Andrómeda 
en Caballeros del  Zodiaco.

miércoles, 20 de febrero de 2013

martes, 19 de febrero de 2013

Recomendación cultural

Fábulas cortas sobre la mentira



El perro y el cocodrilo

Bebiendo un perro en el Nilo,
al mismo tiempo corría.


-¡Bebe quieto!- le decía

un taimado cocodrilo.

Díjole el perro, prudente:

"Dañoso es beber y andar; pero,

¿es sano el aguardar a que me claves el diente?"

¡Oh, qué docto perro viejo!

Yo venero su sentir en esto de no seguir

del enemigo el consejo.


Samaniego



El lobo y el pastor

Un pastor joven, que cuidaba un rebaño de ovejas, asustaba a los habitantes gritando:
-¡El lobo, el lobo!

Pero cuando los vecinos llegaban a ayudarle,

se reía viendo sus preocupaciones.

Hasta que un día, el lobo sí llegó de verdad.

El joven pastor, ahora alarmado él mismo, gritaba lleno de terror:

- ¡Por favor, vengan y ayúdenme; el lobo está matando a las ovejas!

Sin embargo ya nadie puso atención a sus gritos,

y mucho menos pensaban en acudir a auxiliarlo.

Y el lobo, viendo que no había razón para temer mal alguno,
se llevó a todas las ovejas.


Moraleja: Al mentiroso nunca se le cree, aun cuando dice la verdad.

Esopo.




La zorra y la liebre


Dijo un día una liebre a una zorra:

-¿Podrías decirme si realmente es cierto que tienes muchas ganancias,

y por qué te llaman la "ganadora"?

-Si quieres saberlo -contestó la zorra-, te invito a cenar conmigo.

Aceptó la liebre y la siguió; pero al llegar a casa de doña zorra vio que no había más cena que la misma liebre.

Entonces dijo la liebre:


-¡Al fin comprendo para mi desgracia de dónde viene tu nombre:

no es de tus trabajos, sino de tus engaños!


Moraleja: Nunca le pidas lecciones a los tramposos,

pues tú mismo serás el tema de la lección.

Esopo.

lunes, 18 de febrero de 2013

Diario de una tuppernauta en tiempos de crisis

Queridos tuppernautas:



"La MENTIRA es el alimento de nuestro instinto de supervivencia emocional". Esto es lo que muchos sabios -que saben lo que saben- han sentenciado con sabiduría. La mentira ... Qué tema tan increíblemente complejo, ¿verdad?

Me pongo a reflexionar, tuppernautas, y no hallo conclusiones muy claras. Estoy confundida porque, en la sociedad actual, ¿qué es VERDAD y qué es MENTIRA?

Busco en mi diccionario de palabras salvador una definición y me encuentro que una mentira es: "Algo que no es cierto y que se ha dicho con la intención de engañar". E incluso, indagando un poco más, se desvela como una "expresión o manifestación contraria a lo que se sabe, se cree o se piensa". Por lo que deducimos, de esta manera, que quien engaña o confunde sin ser consciente de hacerlo no miente, sino que simplemente transmite a los demás su propia equivocación. Y entre estas dos fangosas tierras, un puñado de apelativos como embuste, mendacidad, falacia, falsedad, bola, trola, cuento, engaño, enredo, falsificación, ficción, patraña o calumnia. ¿Por qué será que existen tantos sinónimos? En fin ...

Por su parte, según mi amigo el diccionario, la verdad se define como:
  1. "Conformidad de las cosas con el concepto que de ellas forma la mente.
  2. Conformidad de lo que se dice con lo que se siente o se piensa.
  3. Propiedad que tiene una cosa de mantenerse siempre la misma sin mutación alguna.
  4. Juicio o proposición que no se puede negar racionalmente.
  5. Realidad (existencia real de algo)".

Cuántas verdades, ¡madre mía! En fin ...

Supongo que estaréis de acuerdo conmigo, queridos tuppernautas, cuando me atrevo a decir que en estos días que vivimos la verdad y la mentira se han desvirtuado. ¿Una crisis de valores e identidad? Probablemente. Ojalá yo pudiera alcanzar esa sabiduría que me permitiera diferenciarlas y utilizarlas de una manera correcta en cada momento y en cada situación. Y sintiéndolo mucho creo -al menos hasta donde yo sé- que nadie goza de esa sabiduría necesaria para poder hacerlo.

Puede que ahora, en el hoy que vivimos, la auténtica sinceridad -esa verdad, esa falta de fingimiento o mentira en lo que alguien hace o dice- se haya convertido en una verdadera utopía.

Hoy, sentada en mi sofá, contemplo como va cambiando de traje y, a medida que su aspecto va variando según la ocasión, se refleja ante mis ojos quizá como una quimera, una fantasía, ilusión, una invención, fábula, idealización, una imaginación, ficción, alucinación... tal vez como un ideal, un sueño, un anhelo ... Ojalá lo supiera. Ojalá existiera un diccionario de experiencias de verdades y mentiras y no solo de palabras.

Puede que ahora, en la sociedad donde vivimos, la auténtica sinceridad no exista. Y me pregunto si alguna vez ha existido. Yo por lo menos no la he conocido.

Y, cuestionándose continuamente -en un sinvivir- la realidad que nos rodea, algunos se preguntan: ¿Es la SOCIEDAD que hemos construido entre todos la CULPABLE? A mí nunca me ha gustado buscar culpables ni señalar culpabilidades, más bien prefiero hablar de responsables y de responsabilidades.
Así que -vuelvo a insistir en la pregunta-: ¿Es la RESPONSABLE? Puede que sí, puede que no... Esa ambigua dualidad siempre. En fin...

Lo cierto es que es innegable que la misma sociedad nos presiona de alguna manera a mentirnos y a mentir cada día, sin ser realmente conscientes de ello.

A lo largo de mis tres décadas ya de vida, he tenido la oportunidad -al igual que vosotros- de detectar, experimentar y de reflexionar -aprehendiendo- sobre los diferentes tipos de mentiras más frecuentes.

La realidad es que podemos llegar a mentir por muchas razones: por conveniencia, odio, compasión, envidia, egoísmo, por necesidad o como defensa ante una agresión... Así que no todas las mentiras son iguales. Las más inconvenientes son las mentiras para no responsabilizarnos de las consecuencias de nuestros actos. Y las inadmisibles: las que hacen daño, las que equivocan y las que pueden conducir a tomar decisiones perjudiciales. En este sentido, los dos parámetros esenciales para medir la gravedad de la mentira son la INTENCIÓN que la impulsa y el EFECTO que causa.

Queridos tuppernautas, todos seguramente hemos tenido que mentir alguna vez a lo largo de nuestra vida por acción o por omisión, según se han ido dando las circunstancias. Seguramente, también, hemos llegado a experimentar que la mentira es tan dañina para quien la recibe como para quien recurre a ella. Y es que irremediablemente u
na nos lleva a otra, y puede marcar nuestra manera de relacionarnos con los demás. Sobre esto, sin lugar a dudas, es el AUTOENGAÑO el tipo de mentira más perjudicial, ya que si nos creemos y mostramos como no somos, nunca sabremos si nos quieren o desprecian a nosotros o a la imagen fraudulenta que nos hemos fabricado. Nunca sabremos si quieren o desprecian a la persona que somos o al personaje que simulamos ser. 

Parece una obviedad, pero si queremos ser creíbles y gozar de la confianza ajena, hay que dejar de lado el engaño y la mentira. Así pues, es RESPONSABILIDAD de cada uno de nosotros relacionarnos desde la verdad, lo que no implica el ofrecimiento de toda la intimidad. Cada cual y en cada momento ha de valorar qué y cuánto de su intimidad quiere ofrecer al otro.

Queridos tuppernautas, todos y cada uno de nosotros guardamos hechos, recuerdos, detalles, amarguras, palabras, circunstancias... Todos guardamos "secretos" que a veces ocultamos por necesidad, por compasión, por orgullo, por vergüenza o por temor. Ocultamos pedazos de nuestra verdad, de nuestra realidad por diferentes motivos. La sinceridad, pues, se pinta de diversos matices. Nunca es enteramente blanca o del todo negra. 

Hace unas semanas, una amiga me describía como la persona más sincera que había conocido. Yo la miré a los ojos y no supe qué decir. Vergüenza, orgullo, temor... Ojalá lo supiera. Lo cierto es que no es cierto, pues la auténtica sinceridad no existe. Ojalá -y sé que me repito- existiera un diccionario de experiencias de verdades y mentiras y no solo de palabras. La sinceridad -reitero- nunca es enteramente blanca o del todo negra. Hay matices y circunstancias, colores que la pintan según la ocasión. Lo importante es saber alejarse de la mala intención y de los destructivos efectos negativos. ¿Cómo? Ojalá lo supiera.

Y ahora que me levanto del sofá y sigo mirándola, contemplo como se vuelve a cambiar de traje y, a medida que su aspecto continúa variando según la ocasión, se refleja ante mis ojos de nuevo como una quimera, una fantasía, una ilusión... Ojalá lo supiera. 

¿Y si pudiéramos combatir la mentira como cuando éramos pequeños y jugando creíamos que nos crecería la nariz como a Pinocho por cada una de nuestras mentiras? Qué fácil sería.

¿Y si no pudiéramos mentir nunca como esos "afortunados", los del llamado Síndrome de Asperger? Qué fácil sería. 

¿Y si todo fuera verdad? 

Y si al mirar a la izquierda estoy recordando, y al mirar a la derecha inventando y mintiendo... 

¿Y si todo fuera real?

Ojalá lo supiera, pero no lo sé.


PD: "Saber que se sabe lo que se sabe y saber que no se sabe lo que no se sabe: en eso consiste la sabiduría". Jean Baptiste Alphonse Karr.








viernes, 15 de febrero de 2013

Lugar para perderse

La Luna


Los romanos la llamaron Selene y Artemisa los griegos. Situada a 386.400 kilómetros de nuestro planeta, la Luna -satélite natural, de cuerpo sólido y forma esférica- se presenta como el objeto astronómico más cercano a la Tierra. Fue en el año 1959 cuando la sonda rusa Luna 2 pudo tocar su superficie. Sin embargo, hasta el 20 de julio de 1969 no se producía el primer contacto real humano con suelo lunar.


A primera vista, la Luna parece como si estuviera llena de unas manchas oscuras, llamadas -por su semejanza- mares. En realidad, ha quedado patente que allí no hay mares, pero antiguamente eso era lo que creían los astrónomos. Siempre generó un gran interés entre ellos por su halo enigmático y, dada su relativa cercanía a nuestro planeta, las ganas de alcanzarla y explorarla fueron creciendo siglo tras siglo, década tras década, año tras año...



Magnética y misteriosa 

Siguiendo con su descripción, estos mares tienen esa apariencia tenebrosa por el tipo de roca oscura, que se encuentra allí. Por otro lado, las zonas más claras se llaman tierras. 

Vista más de cerca la Luna muestra una gran cantidad de cráteres, los cuales fueron creados cuando la superficie lunar recibió el impacto de una enorme cantidad de rocas durante la formación del Sistema Solar, hace miles de millones de años. Estos cráteres también se pueden apreciar en otros planetas e incluso en la Tierra, solo que aquí han sido borrados por la acción atmosférica.

Seguro que os habéis parado millones de veces durante unos segundos a contemplarla cada noche, ¿verdad? Habréis notado, pues, que la Luna cambia de apariencia noche a noche. Algunas veces no se ve y otras es un inmenso disco de luz. Son las denominadas fases lunares y se producen en relación a las posiciones entre la Luna, el Sol y la Tierra. De este modo, el ciclo generado entre estos elementos ha sido la base para crear el calendario -que con modificaciones, se interpreta el tiempo que toman las fases lunares para sucederse.



"Representa el poder femenino, 
la diosa madre, la reina del cielo y la protección"


El simbolismo de la Luna

Se podría decir que su simbolismo es muy complejo y amplio. A grandes rasgos, representa el poder femenino, la diosa madre, la reina del cielo y la protección. Si bien, también tiene otros significados como, por ejemplo, el lado oscuro y el aspecto invisible de la naturaleza, el aspecto espiritual de la luz en la oscuridad, el conocimiento interior, lo irracional, intuitivo y subjetivo. Se la define como el ojo de la noche, el que ve todo lo que sucede en una etapa del día considerada prohibida. Asimismo, tiene un papel regulador de las mareas, las lluvias, aguas, inundaciones y estaciones por lo que se convierte en una especie de mediadora entre el cielo y la tierra. La Luna se relaciona además con el huevo del mundo, la matriz y el arca.

Su metal correspondiente es la plata, por su color y pureza. Y siempre se la asocia con la fantasía y la imaginación por su misterio y representación dentro de la noche.


"Un estudio de mercado ha identificado 
a unos 25 países
 que están dispuestos a pagar por realizar una expedición lunar completa"



Turismo lunar para el año 2020

Una nave espacial, desde la Tierra, tarda alrededor de tres días en llegar a la Luna. Durante este tiempo, la nave recorre una distancia de alrededor de 240.000 millas (386.400 kilómetros).

Lo que en un principio parecía un sueño inalcanzable -debido a esta gran distancia y el alto coste de infraestructuras- cada día está más cerca de alcanzarse, ya que un equipo de ex ejecutivos de la NASA espera lanzar un negocio llamado "Golden Spike", a partir del cual organizarán viajes privados.

En este sentido, por un importe de 1.500 millones de dólares, la firma está ofreciendo a personas de distintos países un viaje para dos a la Luna, ya sea con fines de investigación o turísticos.

Además de tener por clientes a turistas adinerados, los principales ejecutivos han señalado que en un estudio de mercado se han identificado a unos 25 países, que están dispuestos a pagar por realizar una expedición lunar completa. En lo referente a nuestro país, las principales compañías de viajes se están movilizando, con el fin de captar a posibles clientes interesados en realizarla. Asimismo, el interés generado está siendo espectacular en diversos países de la Unión Europea.

Finalmente, dependiendo de cómo sea la acogida de esta iniciativa de negocio turístico lunar a nivel global y de venta, la compañía vaticina que podría estar preparada para finales de esta década.


Un sueño solo al alcance de unos pocos ;-)







jueves, 14 de febrero de 2013

El perfil

¿Juegas?






Aquí están las 5 pistas: 


  1. Es huérfano
  2. Tiene un hermano muy fogoso
  3. No le gusta pelear y es el humano con el alma más pura
  4. En ocasiones especiales viste de rosa
  5. Fue el primero en desarrollar el séptimo sentido.



¿De quién estamos hablando?




*Respuesta al perfil de la semana pasada: 
Eduard Punset.


martes, 12 de febrero de 2013

Recomendación cultural

El valor de un ser humano



Se cuenta que un joven, de mente curiosa y corazón inquieto, inició una búsqueda que le llevó a recorrer durante nueve meses distintos países del mundo. Estaba empeñado en encontrar a algún sabio que pudiera responderle a una pregunta que no conseguía quitarse de la cabeza. 

Finalmente, después de mucho caminar, encontró al maestro que andaba buscando. Y nada más verlo, le preguntó: 

    -¿Cuál es el valor de un ser humano?

Y el sabio, sonriente y silencioso, sacó un diamante de su bolsillo y se lo entregó. Seguidamente, añadió: 

    -Te propongo que ofrezcas este diamante a diferentes comerciantes del mercado. Pero no se lo entregues a nadie. Luego vienes y me cuentas qué tal te ha ido. 

Y eso fue lo que hizo el joven. En primer lugar, entró en una frutería. Tras ver el diamante, el frutero le dijo: 

    -Te lo cambio por un racimo de uvas y dos manzanas. 

Más tarde, el joven acudió a una carpintería. Y tras enseñárselo al carpintero, éste le dijo:

    -Te lo cambio por tres trozos de madera y una sierra. 

Seguidamente fue a una bisutería. Y nada más verlo, el dueño del establecimiento le dijo:

    -Te lo cambio por cien monedas de oro. 

Y un par de minutos después, entró en una joyería. Y al palparlo con sus manos, el propietario le dijo: 

    -Te lo cambio por mil monedas de oro. 

Finalmente, el joven visitó la mejor joyería de la ciudad. Tras inspeccionar el diamante con una lupa, el joyero exclamó entusiasmado: 

    -¿De dónde has sacado esta maravilla? Me encantaría poder comprártelo. Pero, siendo sincero contigo, este diamante es tan valioso que no tiene precio. 

Siguiendo los consejos del maestro, el joven regresó con la piedra preciosa y le explicó todo lo que le acababa de ocurrir. Y, sonriente, el sabio concluyó: 

    -Al igual que sucede con esta piedra, para el que sabe ver, el valor de un ser humano es inconmensurable. *


*Cuento extraído del libro "La llave de la paz interior", 
de Ramiro Calle. MR Ediciones. Madrid, 2009.

lunes, 11 de febrero de 2013

Diario de una tuppernauta en tiempos de crisis

Queridos tuppernautas: 



Es tan agradable despertarse con los primeros rayos de sol acariciando mi cara... La verdad es que no cambiaría ni un poquito esa sensación tan placentera. Ese calor que me abraza y que consigue que esboce una sonrisa, aún con los ojos cerrados. Y los párpados perezosos luchando con todas sus fuerzas para no abrirse, pero que acaban al fin rindiéndose -sin poder evitarlo- al calorcito de esos rayos traviesos que se deslizan por las persianas, y atraviesan los cristales con el único fin de darme los buenos días.

Entonces, cual ave Fénix resurjo de mis cenizas, y con energías renovadas me levanto con el pie bueno. Cada uno de mis músculos comienza por desperezarse y, los primeros en hacerlo, esos quince que consiguen que sonriamos. Después, frente al espejo te ves, te miras y te ríes, pensando: "¡Madre mía! ¡Podría ser una locura, pero hoy creo que puede ser un gran día!"

Tic, tac, tic, tac... y las saetillas del reloj siguen girando, el tiempo va pasando y se me escapan los minutos. Tic, tac, tic, tac... ¿Qué ocurre? Me lavo la cara con agua fría, buscando la calma, y un intenso escalofrío recorre mi cuerpo entero.

Queridos tuppernautas, la balanza de la realidad se tambalea bruscamente. Me pongo a desayunar desganada, intentando digerir cada noticia que me va llegando. Y da igual de qué manera se presenta. No hay escudos protectores. La realidad aparece y te golpea sin contemplaciones.

Y así cada día. El caso, tuppernautas, es que nunca deja de sorprenderme. El mundo siempre está patas arriba. Me dan ganas de salir corriendo -como Forrest Gump- y no parar nunca. La economía fatal, el paro sin freno y marcha atrás... La educación y la sanidad partidas por la mitad, y envueltas para usar y tirar... ¿Y la política? No tengo palabras. Solamente dolor, vergüenza e impotencia.

Y es que no lo entiendo, tuppernautas. Por más que lo intento no lo puedo comprender. Tanta corrupción, tantos trapos sucios colgados del cordel... Por qué, para qué...

¿Tal vez la AMBICIÓN? Esa codicia, ese deseo ardiente de conseguir poder, riquezas, dignidades, fama... Siempre todo y más. Es como un veneno, una droga que transforma y destruye. La ambición primero lo quiere todo, y luego desea más y más y más... En un bucle infinito que acaba definitivamente con la esencia humana.

La ponzoña de la ambición metamorfosea a las personas, y las convierte en no sé qué...

No hay bien ni mal...Buenos, malos...¿quién sabe? Inocentes, culpables...¿quién sabe?
¿Y la JUSTICIA? Según para quien... Su verdad, tu verdad o la mía.

¡Increíble! ¿Podría yo dormir por las noches? Creo que mi conciencia no me lo permitiría. Pero claro, estas "personas" ya no son conscientes de lo que está bien y de lo que está mal, de acuerdo a las leyes establecidas.

Y vuelvo a preguntar: ¿Qué necesidad tenían teniéndolo todo?
Y me pregunto: ¿En qué momento uno se convierte en ambicioso, perdiendo la consciencia?
Y dudo: ¿Existe la justicia?
Cuántas preguntas sin respuestas, ¿verdad, tuppernautas?

Tic, tac, tic, tac... y las saetillas del reloj siguen girando, el tiempo va pasando y se me escapan los minutos. Tic, tac, tic, tac... ¿Qué ocurre? Me lavo la cara con agua fría, buscando la calma, y un intenso escalofrío recorre mi cuerpo entero otra vez.

¡CUIDADO! La araña que te muerde y te envenena de ambición anda suelta. Ten cuidado -insisto-, pues nadie está a salvo. Hoy eres Spiderman, mañana puede que Venom... ¿quién sabe?

Mientras tanto yo, queridos tuppernautas, mientras aún siga siendo "libre" como un niño, intentaré seguir disfrutando de esos rayos traviesos de sol que me despiertan por la mañana. Que me hablan y me dicen: "Todavía hay esperanza. Levántate y no la pierdas de vista. Levántate y camina sin miedo a las arañas".

PD: Las personas soñamos con riquezas, y cuando las conseguimos no podemos dormir por las noches por el temor a perderlas. El antídoto se halla en aprender a conseguir esa "riqueza" que nos permita desprendernos de los "diamantes" con facilidad y sin miedos. 












viernes, 8 de febrero de 2013

Lugar para perderse

Jardín histórico El Capricho


Es precioso, enigmático y -sorprendentemente- todavía un gran desconocido. El jardín El Capricho de la Alameda de Osuna se presenta como uno de los espacios verdes, que conforman el patrimonio artístico-natural de Madrid. Sin duda, uno de los parques más bellos y cautivadores de la ciudad. La mejor opción - por qué no- para perderse cualquier fin de semana. 


Este parque nació en el año 1784 cuando los Duques de Osuna -una de las familias más ilustradas y poderosas del momento-, obtuvieron la finca para dar rienda suelta a sus inquietudes artísticas y, sobre todo para alejarse de la gran ciudad. 

Más concretamente, fue la duquesa, doña María Josefa de la Soledad Alonso Pimentel, la principal impulsora de este parque. En aquel entonces, ella era considerada como la mujer más inteligente de la época y -protectora de artistas, toreros e intelectuales- creó en la finca un auténtico paraíso artístico-natural frecuentado por las personalidades más ilustres del momento, en el que trabajaron los artistas, jardineros y escenógrafos con más prestigio. 

Siguiendo el contexto histórico, a la muerte de la duquesa, su primer nieto heredó el ducado de Osuna y, con él, El Capricho. Sin embargo, cuando muere, el ducado pasó a manos de su hermano, con quien llegaría el primer declive. Auténtico derrochador y de carácter excéntrico, perdió toda la fortuna familiar por lo que a su muerte, la finca hubo de ser subastada para liquidar sus deudas. Pasó entonces a manos de la familia Baüer. A pesar de que mantuvieron el paraje en un aceptable estado de conservación, su decadencia ya no tenía marcha atrás y, poco a poco, fueron vendiéndose sus pertenencias. 


Más adelante, durante la Guerra Civil, lo que había sido un lugar de recreo se convirtió en Cuartel General del Ejército del Centro, de cuya época queda un entramado de bunkers que recorre el jardín. Finalizada la guerra, la finca pasó por manos de varias inmobiliarias hasta que en 1974 el Ayuntamiento de Madrid se hizo con el parque y, varios años después, se empezó con su restauración. Finalmente, tras varios períodos de abandono, fue recuperado en 1999. Un trabajo reconocido, que en 2001 se premió con el diploma "Europa Nostra". 

En lo referente a sus cualidades artísticas, la excelencia paisajista de El Capricho se manifiesta en tres tipos de jardines clásicos: el parterre o jardín francés, el paisajista inglés y el giardino italiano. Delante de la fachada oeste del palacio se extiende el parterre, con sus setos recortados como si de un bordado sobre la tierra se tratase. En la parte baja se sitúa el italiano, el espacio más antiguo de la finca, que mezcla los setos y rincones con árboles en los que tomar el sol en invierno, o resguardarse a la sombra del sol veraniego. Cerca de éste, se encuentra el laberinto, concebido para el juego amoroso y los escondites; está hecho con laurel y respeta los planos del que se plantó en vida de la duquesa. Por último, el resto del parque se contempla como un típico jardín paisajista inglés, evocando la naturaleza en su estado puro, que invita al paseo y a detenerse en los rincones más escondidos. Lo más curioso que se puede encontrar en él, es la abundancia de los llamados árboles del amor -c
ercis siliquastrum- y también de olmos, almendros, encinas y lilos, que en primavera especialmente llenan el paseo de múltiples colores.


¿Te ha sorprendido? 
Si todavía no has tenido la oportunidad de acercarte y descubrir todos sus recovecos, ¡anímate! Merece la pena perderse en este maravilloso parque. Un pequeño gran paréntesis que te llevará a otras épocas. Un hechizo que te cautivará para siempre. 

DATOS DE INTERÉS


DirecciónPaseo de la Alameda de Osuna, s/n
Teléfono: (+34) 91 588 01 14 (información sobre visitas al parque)
Metro: El Capricho (Línea 5)
Bus: 101, 105, 151
Horarios: Invierno (octubre a marzo): sábados, domingos y festivos de 09:00 a 18:30 horas. 

Verano (abril a septiembre): sábados, domingos y festivos de 09:00 a 21:00 horas. Cerrado: 1 de enero y 25 de diciembre. 

jueves, 7 de febrero de 2013

El perfil

¿Juegas a descubrirlo?







Os propongo 5 pistas: 
  1. Es hijo de un médico rural de la provincia de Gerona.
  2. Viaja mucho.
  3. Sabe cómo ser feliz.
  4. Estuvo de par en par con Bebe.
  5. Le encanta el pan 100% natural.

¿Sabrías decirme de quién estamos hablando?
 ¿Juegas?
¡Anímate! Espero tus respuestas ;-D





miércoles, 6 de febrero de 2013

Curiosidades

Esas pequeñas "cosas"...



En San Sebastián de los Reyes hasta los árboles se visten de telas -"ikeanas", por supuesto ;-D...
Los necesitamos, los amamos y, por todo lo que nos dan, los cuidamos.



Hoy en día, está claro que son los detalles los que marcan la diferencia. 
La importancia de volver a tener la mirada de un niño. 
Yo no lo puedo evitar... Ellos me enamoran cada día un poco más :-)...


martes, 5 de febrero de 2013

Recomendación cultural

Recordando a Lope de Vega





Fantástico escritor nacido en Madrid en el año 1562 y fallecido en esa misma ciudad en 1635. Era hijo de una pareja de humildes campesinos y, por cuestiones económicas, no llegó a terminar el bachillerato. Fue un autor sumamente prolífico que cultivó diversos géneros entre los que se encontraron la narrativa, el teatro y la lírica. Algunas de sus creaciones más destacadas fueron "La Arcadia", "Los pastores de Belén", "Fuente Ovejuna" y "El perro del Hortelano"; siendo estas últimas las que representan seguramente los mayores logros obtenidos por este autor, ya que lo convirtieron en un icono innegable para la literatura española del siglo XIV.

Especialmente destacable es su poesía, en la que se aprecia una clara influencia de la lírica de Góngora, aunque se muestra más cercana al lenguaje coloquial. Por otro lado, es necesario aclarar que el verdadero carácter renovador de Lope de Vega se encuentra en sus obras dramáticas. Éste estaba convencido de la necesidad de presentar historias que fueran realistas y en las que se entremezclaran lo cómico y lo trágico, tal y como ocurre en la vida real. Se puede decir que su legado es increíblemente vasto y variado.



El llamado Fénix de los ingenios y Monstruo de la Naturaleza (por Miguel de Cervantes) renovó las fórmulas del teatro español, en un momento en el que el teatro comenzaba a ser un fenómeno cultural de masas. 

En definitiva, es considerado uno de los máximos exponentes -junto a Tirso de Molina y Calderón de la Barca- del teatro barroco español, cuyas obras siguen representándose en la actualidad ya que constituyen las más altas cotas alcanzadas en la literatura y las artes españolas. 

Finalmente, se le atribuyen unos 3.000 sonetos, tres novelas, cuatros novelas cortas, nueve epopeyas, tres poemas didácticos, y varios centenares de comedias (1.800 según Juan Pérez de Montalbán). 

Genio y figura elevados a mito. 
Amigo de Quevedo y de Juan Ruiz de Alarcón, enemistado con Góngora y en larga rivalidad con Cervantes, 
su vida fue tan extrema e intensa como su obra. 

SONETO 126 

Desmayarse, atreverse, estar furioso,
áspero, tierno, liberal, esquivo,
alentado, mortal, difunto, vivo,
leal, traidor, cobarde y animoso;

no hallar fuera del bien centro y reposo,
mostrarse alegre, triste,
humilde, altivo,
enojado, valiente, fugitivo,
satisfecho, ofendido, receloso;

huir el rostro al claro desengaño,
beber veneno por licor süave,
olvidar el provecho, amar el daño;

creer que un cielo en un infierno cabe,
dar la vida y el alma a un desengaño:
Esto es amor, quien lo probó lo sabe.


ANÁLISIS DETALLADO
Métrica: Soneto. Dos cuartetos y dos tercetos de versos endecasílabos y rima consonante.
Tema: Se define el amor a través de los estados internos (primer cuarteto) y externos (segundo cuarteto) del ser.  El tema está claramente enunciado en el último verso: “Esto es amor, quien lo probó lo sabe”.
Figuras retóricas:
  • En los cuartetos domina la antítesis en la adjetivación (términos que se contradicen o expresan ideas contrarias)áspero/tierno, cobarde/animoso, humilde/altivo, etc.
  • En los tercetos se observa la paradoja (una situación que infringe el sentido común)“beber veneno por licor süave/dar la vida y el alma a un desengaño”. Las paradojas creadas se asientan en hipérboles (exageraciones del daño emocional).
  • Estructura paralelística: Verbos en infinitivo: desmayarse, huir, creer, etc. /adjetivos. Los verbos en forma no personal hacen posible que la experiencia sea compartida.  Asimismo, el poeta apela al lector en el último verso, haciéndole copartícipe de su experiencia del amor.
  • Asíndeton: Ausencia de elementos de enlace. Uso de la yuxtaposición.
  • Enumeración: Todo el poema es una enumeración de los efectos del amor sobre el individuo.
  • Esticomitia: Concentrar en un solo verso un pensamiento completo: "huir el rostro al claro desengaño”, etc.
  • Gradación: El clima emocional se intensifica  a lo largo del soneto.
  • Metáforas: Cielo (alegría), infierno/veneno (sufrimiento), etc.