¿Qué le ocurre al hombre del siglo XXI?

Qué pasa con las vacas del siglo XXI

Avanzar y vivir al ritmo que ha marcado la sociedad actual no es fácil, por lo que muchas vacas están desorientadas. En la actualidad la contaminación, la explotación indiscriminada y el estrés son problemas que hoy les afectan. Y lo escalofriante es que solo unas pocas consiguen salir adelante. 

“ Hasta bien entrado el último cuarto del siglo XX, hablábamos de unas vacas sanas, fuertes y productivas. Ahora hay una modificación genética en ellas que ha llevado casi a la extinción de esa, hasta ahora, vaca poderosa”, explica el investigador inglés de medio ambiente Richard Tomachenscky en su libro “La incertidumbre de la vaca”.

Según sus investigaciones, fenómenos tales como la contaminación creciente y el inminente cambio climático hacen que esta nueva vaca del siglo XXI haya modificado su estructura genética haciéndola más débil y vulnerable. Más del 50% de las vacas de nuestro planeta ha cambiado al tenerse que enfrentar al ritmo de vida impuesto por la sociedad de nuestro tiempo, llegando incluso a sufrir un problema tan común en el hombre como es el estrés.

Muchos veterinarios y especialistas achacan este mal a la explotación indiscriminada que llevan a cabo las diversas industrias lecheras. La terrible competencia que existe en el mercado de consumo ha llevado a las múltiples empresas del sector a administrar a sus vacas una nueva hormona experimental con el fin de incrementar su producción de leche. La ingestión de esta hormona llamada Syrilium, ha hecho que las vacas doblen la producción de leche; sin embargo, la calidad de ésta se aleja bastante de los niveles establecidos.

"El *Syrilium es una nueva hormona experimental compuesta, sintetizada a partir de un líquen fosilizado hallado en un fiordo. Pruebas recientes confirman que es inofensiva para el organismo humano, pero mortal para las vacas" 

Todos estos cambios causados por la acción del hombre han producido consecuencias graves, llegando a crear una vaca desmejorada, frágil y con claros síntomas de ansiedad. Las autoridades internacionales de protección de los animales han prohibido a las industrias seguir abasteciendo a sus vacas de esta hormona, y han manifestado que nos encontramos ante un serio problema, pues la vaca es uno de los animales más importantes para el hombre y su alimentación.

La ambición del hombre es implacable, por su culpa nuestras vacas corren peligro. Hoy son las vacas del llamado “Primer Mundo” las que sufren, mañana cualquier otro ser vivo. Realmente la verdadera pregunta es: ¿Qué le ocurre al hombre del siglo XXI?

*Fuente Kekorto.