Fábulas cortas sobre la mentira
El perro y el cocodrilo
Bebiendo un perro en el Nilo,
al mismo tiempo corría.Bebiendo un perro en el Nilo,
-¡Bebe quieto!- le decía
un taimado cocodrilo.
Díjole el perro, prudente:
Díjole el perro, prudente:
"Dañoso es beber y andar; pero,
¿es sano el aguardar a que me claves el diente?"
¡Oh, qué docto perro viejo!
¡Oh, qué docto perro viejo!
Yo venero su sentir en esto de no seguir
del enemigo el consejo.
Samaniego
El lobo y el pastor
Un pastor joven, que cuidaba un rebaño de ovejas, asustaba a los habitantes gritando:
-¡El lobo, el lobo!
Pero cuando los vecinos llegaban a ayudarle,
se reía viendo sus preocupaciones.
Hasta que un día, el lobo sí llegó de verdad.
El joven pastor, ahora alarmado él mismo, gritaba lleno de terror:Hasta que un día, el lobo sí llegó de verdad.
- ¡Por favor, vengan y ayúdenme; el lobo está matando a las ovejas!
Sin embargo ya nadie puso atención a sus gritos,
Sin embargo ya nadie puso atención a sus gritos,
y mucho menos pensaban en acudir a auxiliarlo.
Y el lobo, viendo que no había razón para temer mal alguno,
se llevó a todas las ovejas.Y el lobo, viendo que no había razón para temer mal alguno,
Moraleja: Al mentiroso nunca se le cree, aun cuando dice la verdad.
Esopo.
La zorra y la liebre
Dijo un día una liebre a una zorra:
-¿Podrías decirme si realmente es cierto que tienes muchas ganancias,
y por qué te llaman la "ganadora"?
-Si quieres saberlo -contestó la zorra-, te invito a cenar conmigo.
Aceptó la liebre y la siguió; pero al llegar a casa de doña zorra vio que no había más cena que la misma liebre.
Entonces dijo la liebre:
Aceptó la liebre y la siguió; pero al llegar a casa de doña zorra vio que no había más cena que la misma liebre.
Entonces dijo la liebre:
-¡Al fin comprendo para mi desgracia de dónde viene tu nombre:
no es de tus trabajos, sino de tus engaños!
Moraleja: Nunca le pidas lecciones a los tramposos,
pues tú mismo serás el tema de la lección.
Esopo.
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